El grupo Grupo Metropol desembarca en Buenos Aires con 150 buses a gas importados desde China, en una inversión récord que promete modernizar el transporte urbano y darle aire fresco al AMBA.
Con una inversión de 45 millones de dólares, el Grupo Metropol, dirigido por los empresarios misioneros Eduardo y Javier Zbikoski, dio un paso gigante en la modernización del transporte público porteño. La compra, la más grande por parte de una empresa urbana en Argentina en cuanto a buses a gas, incluye 150 colectivos fabricados en China por King Long, que llegarán al país entre noviembre y enero.
Según explicaron desde la empresa, estas unidades se suman en un contexto de regulaciones ambientales y de expectativas crecientes por un transporte más sustentable. Con esta movida, Metropol busca adelantarse a cambios normativos y darle un giro “post-diésel” a su operación en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
¿Qué ofrecen los buses a gas fabricados en China?
Los nuevos buses a gas son impulsados a GNC (Gas Natural Comprimido), lo que implica varias ventajas respecto de las unidades diésel tradicionales. Entre los beneficios más destacados se encuentra la menor emisión de contaminantes, como material particulado, óxidos de nitrógeno y hasta un 25% menos de CO₂ por kilómetro, así como una operación más silenciosa y un mantenimiento más eficiente.
Además, cada unidad incorpora novedades tecnológicas como sistemas de asistencia a la conducción (ADAS), cámaras de seguridad, telemetría avanzada y sensores inteligentes para mantenimiento predictivo. Esto, combinado con la reducción de emisiones, apunta no solo a mejorar la calidad del transporte, sino también la experiencia de quienes viajan.
Para abastecer la demanda de GNC, Metropol construyó su propia estación de servicio de alta capacidad, capaz de procesar hasta 20.000 m³ por día, dado que las estaciones existentes en la ciudad no alcanzaban para su volumen.
Impacto en el transporte porteño
El desembarco masivo de estos 150 buses a gas marca un antes y un después. El plan no es menor: Metropol transporta –según sus datos– unas 800.000 personas por día en el AMBA, y tiene bajo su órbita una parte considerable del transporte público de colectivos.
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Con estos buses a gas se asoma un cambio real al reducir la dependencia del gasoil importado, al sumar eficiencia energética y que se ajuste a las nuevas exigencias ambientales. Para los pasajeros, significa colectivos más modernos, menos ruidosos, potencialmente con mejor confort y seguridad.
Al mismo tiempo, este movimiento de Metropol funciona como adelanto a lo que se vendrá, ya que poner primera al plan de desuso de colectivos diésel en la ciudad, previsto para 2027, lo que podría marcar tendencia para otras empresas que operan en el transporte urbano.
“Estar en la planta, ver las unidades terminadas y listarlas para su embarque es un momento histórico para nuestra empresa y para el sector. Esta inversión refleja nuestro compromiso con una movilidad más limpia, moderna y eficiente para los pasajeros y para la ciudad”, destacó Eduardo Zbikoski, director de Grupo Metropol, quien viajó a la planta de King Long para la entrega de las primeras unidades.
A partir de ahora las líneas 65 y 151 del Grupo Metropol estarán íntegramente atendidas por estos buses a gas. El resto se sumará a diferentes líneas, ya que la empresa controla el 20% de las unidades que circulan por el AMBA. El primer operador de colectivos es Grupo Dotta, con un 30% de las unidades. Este grupo emplea a más de 4.000 personas y también tienen líneas de colectivos en Santiago de Chile.
