Más de 1000 camiones varados en la frontera con Chile

Luego de que los trabajadores de la Aduana de Chile hicieran un paro el viernes último, -tras registrarse un brote de Covid entre sus integrantes- y decidieran suspender la atención a turistas en autos particulares durante el fin de semana, el gobierno trasandino ordenó realizar análisis PCR en frontera a los más de 900 camiones que cruzan cada día el Corredor Internacional.

Esto hace que en la frontera con Chile, actualmente, hay más de mil camiones varados ante el cambio de la política en el control sanitario por parte de las autoridades trasandinas. Antes los testeos eran aleatorios pero los reclamos llevaron casi al 100% los testeos a los choferes. Además, hay alerta sobre panoramas similares en los pasos con Brasil y Uruguay ante el incremento de los contagios.

La Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) se suma al pedido de la Asociación de Propietarios de Camiones de Mendoza (Aprocam) para que de modo urgente se solucione esta situación. 

“Desde FADEEAC enfatizamos la importancia de que las diferentes autoridades argentinas responsables del transporte internacional de mercaderías se involucren en el tema (Ministerio de Transporte, Salud y Relaciones Exteriores, así como la Aduana, entre otros) ya que a raíz del aumento exponencial de los casos positivos de Covid-19 que afecta a los funcionarios asignados a los controles en frontera se producen cuellos de botella”, dijo Roberto Guarnieri, Presidente de FADEEAC.

Desde Aprocam explicaron que el problema es que hay sólo 5 puestos para realizar esos análisis, por lo que sólo se testea, cada media hora, a 5 choferes, los que a su vez deben esperar algunas horas hasta obtener el resultado para poder continuar su camino.

Daniel Gallart, presidente de Aprocam, destacó que el nuevo testeo al 100% de los conductores de camiones en el paso fronterizo se suma al PCR obligatorio que los choferes deben realizar en su lugar de origen.

“Están los camiones amontonados en Libertadores, Las cuevas, Punta de Vacas, Uspallata y Luján. Si Chile quiere testear al 100%, tiene que poner una batería de puestos de control”, enfatizó Gallart.

El nuevo cuello de botella, que ya lleva dos días, implica pérdidas de millones de dólares para el comercio internacional, y pérdida de turnos en los buques en medio de una logística internacional por demás complicada a raíz de la pandemia, así como el impacto sobre los conductores que aguardan allí sus turnos para poder cumplir con su trabajo.

Pese a las suposiciones, las cifras muestran que el sector del transporte no ha sido un vector de contagio. Por el contrario, el sector, esenciales si los hay, ha permitido la provisión de elementos fundamentales para el desarrollo de la vida cotidiana, desde alimentos y bebidas, hasta insumos médicos.

 “Necesitamos medidas ágiles y no redundantes. No estamos en contra de testear a los conductores, pero esto debería ser ágil. Los camiones están abasteciendo con productos al vecino país y a otros países, y esto debería ser tenido en cuenta por las autoridades” dijo Gallart.