Toyota confirmó el inicio de producción de sus camiones del nicho pesado bajo la impulsión de un sistema que combina hidrógeno junto a un motor eléctrico.
Hino Motors, la división de vehículos comerciales del Grupo Toyota, acaba de iniciar la producción en serie en Japón de su primer camión pesado de pila de combustible. Denominado Profia Z FCV, se lanzará oficialmente a la venta a fines de octubre en su mercado natal, si bien también comenzará en 2026 a ser exportado.
También conocido como Serie 700 en algunos mercados fuera de Japón, Hino Motors y Toyota comenzaron a trabajar en el Profia Z FCV en marzo de 2020, para luego, en 2023, construir un prototipo que fue testeado durante más de 400.000 kilómetros junto a empresas de transporte asociadas al proyecto. Finalmente, más de cinco años después, completaron el desarrollo y el modelo entró en producción en serie.
Hino Profia Z FCV, el camión a pila de combustible de Toyota que llega al mundo del transporte
Desde Toyota e Hino apuestan a esta tecnología que no se desprende de los sistemas eléctricos ni de cargar combustible para su funcionamiento, pero que no emite contaminación alguna y ofrece un rango de autonomía extendido. En particular, el Profia Z FCV se beneficia de la pila de combustible de segunda generación, introducida por primera vez en el sedán Mirai de la marca nipona.
Fabricada en la planta de Honsha específicamente para este camión, ni Hino ni Toyota revelaron la potencia máxima de la versión adaptada a las calles, pero en la versión original para el Mirai mantiene la potencia en 128 kW, es decir, unos 171 HP, algo que suena a poco para un camión.
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Este sistema de pila de combustible funciona mediante una reacción electroquímica que convierte la energía química en electricidad. El combustible, hidrógeno, entra por el ánodo (electrodo negativo) y es dividido en protones y electrones. Estos últimos viajan por un circuito externo, generando electricidad, mientras los protones cruzan un electrolito (una membrana) hasta el cátodo (electrodo positivo). Allí, los protones, electrones y el oxígeno del aire se combinan para formar agua y calor.
Bajo la cabina se encuentran dos de estas pilas de combustible, además de una batería de respaldo de iones de litio y un motor síncrono de CA. Seis tanques de 700 bares contienen 50 kg de hidrógeno, lo que, según se informa, proporciona una autonomía de 650 km en carretera. Para cargar estos tanques se necesitan se tarda entre 15 y 30 minutos, lo que lo sitúa en el mismo rango que el diésel.
Desde Toyota y Hino afirman que el chasis fue rediseñado para maximizar el espacio de carga y la carga útil, con opciones de carrocería de fábrica que incluyen una caja cerrada o tipo ala (con hasta 12 metros de longitud total), mientras que el peso bruto del camión es de 25 toneladas, con una capacidad de carga de aproximadamente 11,6 toneladas.
Según detallaron desde Toyota, el Hino Profia Z FCV se ofrecerá únicamente en leasing y cubrirá los gastos de mantenimiento. Inicialmente, la compañía se centrará en las cinco regiones donde el gobierno japonés prioriza la introducción de vehículos comerciales de pila de combustible, para luego expandirse al resto del país y de los mercados que demanden este tipo de camiones verdes.
Por otra parte, ambas compañías señalaron durante la presentación que los camiones pesados son responsables de aproximadamente el 60% de las emisiones de CO2 en Japón. Es por eso que el Profia Z FCV da un paso significativo hacia el objetivo de reducir a cero dichas emisiones.


