El tren más largo del mundo recorre el desierto de Pilbara llevando toneladas de mineral y marcando récords en ingeniería ferroviaria desde hace más de dos décadas.
Desde el árido corazón de Australia Occidental emerge una de las maravillas ocultas del transporte moderno: el tren más largo del mundo. Más allá de su impresionante longitud, este gigantesco convoy es una pieza clave en la cadena logística del país, demostrando que en el transporte la escala puede marcar la diferencia.
Una bestia de acero: origen, récord y para qué se utiliza el tren más largo del mundo
El tren más largo del mundo lo tiene una formación ferroviaria operada por la compañía minera BHP Iron Ore en la región de Pilbara, Australia Occidental. El 21 de junio de 2001, este tren llegó para revolucionar la industria minera y, al mismo tiempo, batir un récord mundial al entrar al Libro Guinness con un largo total de 7.353 metros, compuesto por 682 vagones y remolcado por 8 locomotoras.
La hazaña no solo está en la longitud (equivalente 22 torres Eiffel acostadas) sino también en el peso total del convoy: casi 100.000 toneladas de masa en movimiento, lo que también estableció el récord del tren más pesado jamás operado.
Aunque su tamaño llama la atención, el objetivo principal del tren más largo del mundo no era romper récords por capricho, sino optimizar el transporte de mineral de hierro, uno de los principales pilares de la economía australiana. El convoy une yacimientos mineros (especialmente en zonas como Yandi y Newman) con el puerto de Port Hedland, desde donde el mineral se embarca hacia Asia y otros mercados globales.
Lógicamente, el trazado entre Yandi y Port Hedland se preparó especialmente para que el tren más largo del mundo (y pesado), con curvas amplias, pendientes suaves y vías reforzadas capaces de soportar una carga nunca vista.
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Al transportar enormes volúmenes en un solo viaje, se reducen los costos logísticos y se incrementa la eficiencia del proceso de exportación, mostrando cómo la innovación técnica puede transformar las cadenas tradicionales de suministro.
Construcción y tecnología detrás del gigante
Para lograr ser llamado el tren más largo del mundo, detrás hay una ingeniería notable. El convoy fue ensamblado por la propia compañía minera utilizando ocho locomotoras General Electric AC6000CW, distribuidas estratégicamente a lo largo de la formación (una cada 900 metros) para maximizar la tracción y el frenado.
Esta técnica se conoce como Distributed Power (potencia distribuida), y permite que un solo maquinista controle todas las locomotoras sincronizadas, enviando señales de aceleración y frenado que se propagan eficientemente a cada parte del tren. ¿Qué potencia tienen? Cada una lleva un motor diésel de 16 cilindros de unos 6.000 caballos, es decir, ofrece una potencia total de 48.000 caballos.
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El tren más largo del mundo cuenta con miles de ruedas, unas 5.648 entre todos los vagones) y logró recorrer aproximadamente 275 kilómetros en su viaje récord desde el interior hasta la costa, atravesando un paisaje extremo marcado por altas temperaturas y largos tramos desérticos. Un viaje que duró alrededor de 10 horas.
Y si bien el tren más largo del mundo no fue diseñado para alta velocidad, su ritmo constante, su capacidad de mantener trayectos largos atravesando el árido desierto con temperaturas superiores a los 45° y sin necesidad de recambios o paradas frecuentes, lo convierten en una herramienta valiosa para la logística minera.
